En el sector industrial, muchas de las empresas tienen en su proceso de fabricación o transformación la necesidad de mezclar producto. Esto es así puesto que cada sector trabaja con materias primas diversas con diferentes concentraciones de compuestos químicos, viscosidades y granulometría. Cada empresa tiene su proceso de mezcla, su producto y una forma de trabajar para conseguir un resultado final que le diferencia del resto. Para cada proceso de mezcla, pues, existe un agitador adecuado y para cada cliente una solución.
Y todo esto pasa al mismo tiempo que se generaliza un falso tópico: Ese que dice que todos los productos son iguales por la gran competitividad que existe en el sector industrial. Sentencia radicalmente falsa. Si bien es cierto que todo está inventado, todavía está en nuestras manos poder desmarcarnos de nuestra competencia y trabajar y hacer productos de “alta gama” sin unos costes elevados.
Para hacer un producto de calidad, no siempre hay que ir a lo más caro, basta con dar la información precisa para poder seleccionar el producto (en este caso, hablamos de agitadores) que el cliente necesita para su aplicación y conseguir el máximo rendimiento sea cual sea su sector industrial: Químico, medio ambiente, alimentario, farmacéutico, tratamiento de aguas, cosmética o pintura.
Como verán, el abanico de sectores en los que puede ir instalado un agitador es amplio, y mucho más amplia es la cantidad de productos químicos de altas y bajas concentraciones que pueden ser tratados en procesos de mezcla.
Pero, ¿sabemos qué datos son los relevantes para saber qué agitador es el más adecuado? Veamos:
- Características del producto y las condiciones en las que el agitador trabajará.
- Proceso y producto a mezclar.
- Cantidad de litros del producto a mezclar, densidad, viscosidad, granulometría, caudal y temperatura.
- Diámetro del depósito, material de depósito, forma del fondo del depósito, altura recta, altura total.
- Condiciones en las que el agitador trabajará: Presión, temperatura y producción diaria que queremos conseguir.
- Tipo de cabezal según el producto a mezclar: Cabezal dispersor para productos de difícil homogenización, impide la formación de grumos. O cabezal difusor, su agitación evita la formación de vortex, reduce la cantidad de espuma en el producto y el oleaje en la parte superior del líquido.
- Elementos de agitación que necesitaremos para mezclar el producto (turbina axial triple, turbina axial desmontable, sin fin, áncora, áncora de fondo, disco dentado, turbina dispersora…) puesto que cada pala o hélice no tienen el mismo objetivo final.
- Tipos de soportes para sujetar agitadores, móviles, murales, y para depósitos IBC.
Además, también tenemos que tener en cuenta que en según qué instalaciones se requieren certificación ATEX, zonas de trabajo con ambientes explosivos (EEx).
Los agitadores están diseñados y construidos para asegurar el nivel de protección exigido por las normas de la Directiva ATEX 94/9/CE, pudiendo ser utilizados en ambientes en los que sea probable la formación de atmésferas explosivas debidas a gases, vapores, nieblas (Zona 1) o polvos en suspensión (Zona 21) y están incluidos en el grupo de aparatos II Categoría 2, de acuerdo con la documentación depositada en el organismo Notificado LOM (nº del certificado de custodia:04ATEX0003). Para el sector tratamiento de aguas, se ha creado un apartado especifico.
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